Zona Conurbada

ALTAMIRA: ORIGEN Y FUTURO

Un poco de historia para ubicarnos en el presente del sur tamaulipeco:Altamira, municipio que ayer celebró el 270 aniversario de su fundación, lleva ese nombre en honor de Juan Rodríguez Gómez de Albuerne, un abogado por el Consejo de Castilla que llegó a ser alcalde de Guadalajara, España.

Integrante de la Junta de Guerra y Hacienda y Auditor de Guerra de la Audiencia de México, Juan Rodríguez Gómez de Albuerne se convirtió en Marqués al casarse con Luisa Pérez de Tagle y Sánchez de Tagle, marquesa de Altamira.

Cuando el Virrey de la Nueva España, Juan Francisco Güemes y Horcasitas, Primer Conde de Revillagigedo, propone la colonización de la costa del Seno Mexicano, se apoyó en la experiencia del Marqués de Altamira, quien, a su vez, designó a su amigo, el Coronel José de Escandón y Helguera, Conde de la Sierra Gorda, emprender la exploración que condujo a la fundación de 22 poblaciones.

Después de fundar la Villa de Llera, la Villa de Santander y la Villa de Aguayo, así como San Fernando y Güemes, José de Escandón fundó Altamira el 2 de mayo de 1749.

De acuerdo con el cronista de la ciudad, Francisco Castellanos Saucedo, la Villa de Altamira, que se ubicó en la loma conocida como ‘Buena Vista’, a la orilla de la Laguna de Champayán, se fundó con 68 familias, a las que pertenecían 285 personas.

Así nació Altamira hace 270 años: Con una población que apenas rebasaba los 300 habitantes, sumando a los integrantes de la Guardia Militar y sus familiares, en los tiempos del Nuevo Santander, provincia que se extendió desde el Río Pánuco hasta el Río de las Nueces, en la Bahía de Corpus Chisti, hoy Texas, Estados Unidos.

La historia del sur de Tamaulipas va de la mano de Altamira. El surgimiento de Tampico en 1823 y, un siglo después, de Ciudad Madero, no se puede entender sin la fundación previa de la Villa de Altamira.

En la actualidad, Altamira cuenta con una población aproximada de 240 mil habitantes. Es un municipio que registra la segunda tasa de mayor crecimiento de Tamaulipas, sólo detrás de Reynosa.

El crecimiento poblacional de Altamira va acompañado de su pujanza económica: Las inversiones en el puerto industrial ascienden a 11 mil 200 millones de pesos.

Además, el Corredor Petroquímico Industrial de Altamira es el más destacado del Golfo de México. Aquí, por ejemplo, se produce el 70 por ciento de las resinas plásticas.

Otro dato de la industria petroquímica instalada en tierra altamirense: El 100 por ciento de la producción de hule sinténtico se genera en las plantas aquí ubicadas.

Como lo fue desde su fundación, la agricultura y la ganadería de Altamira son motores de la economía del sur de Tamaulipas: es el principal productor a nivel nacional de soya, chile y cebolla. Además, el sector ganadero exporta miles de cabezas de ganado a Estados Unidos.

La actual economía de Altamira no podría entenderse sin la activa construcción de los fraccionamientos de interés social, desarrollos de vivienda que incentivan la generación de empleos y, por supuesto, la demanda constante de servicios públicos e infraestructura urbana.

Al encabezar el evento conmemorativo de la fundación, durante la quinta sesión extraordinaria de Cabildo, Alma Laura Amparán Cruz, alcaldesa de Altamira, explicó a la perfección, en una frase, lo que es y significa el municipio para su gente:

‘Los altamirenses hemos logrado avanzar con pasos firmes pues nuestra tarea cuenta con un pasado brillante, un presente vigoroso y estamos en el camino correcto para alcanzar un gran futuro’.

Así es: A 270 años de su fundación, Altamira actualmente es una ciudad destinada a crecer aún más, con una dinámica que empuje a todo el sur de Tamaulipas.

Eso es Altamira: Origen y futuro. También es historia y tradición.

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